Abasto Popular de Maracaibo

 Pulpería: El Vigía 

Don Jesús Ollarves era el nombre del afable caballero regente de la
acreditada pulpería “El Vigía”, emplazada en la esquina de la calle 91B (Febres Cordero) con avenida 9 (Miranda).

Inicialmente fue un expendio de licores perteneciente a Antonio G.
Molero, cuya licencia No 253 expedida por el Concejo Municipal, permitía
vender toda clase de bebidas alcohólicas en dicho establecimiento, entre ellas, una variedad de cañas blancas y los famosos rones España y Hojas de Oro.

Don Jesús Ollarves, caucásico y con grandes lentes de carey sobre su rostro, atendía a
propios y extraños con una amabilidad insuperable.
 
Tenía por costumbre ir de lado a lado acompañado de un intento fallido
de silbido poco melodioso, mientras despachaba por orden de llegada a los
 compradores dando prioridad según sus palabras a la maternidad y ancianos.

Como toda bodega de antaño, el negocio formaba parte de la vivienda
del propietario. Un mostrador de madera con varios frascos contentivos de dulcería criolla daba la bienvenida al transeúnte, quien podía solicitar la popular “ñapa” de algunos de los productos adquiridos.

Contaba mi difunto padre, Rafael Hernández González, que el referido
mercader llevaba un registro mensual de las compras realizadas por algunos
infantes del vecindario, haciendo uso de botellas de vidrio las cuales iba
llenando con granos, para finalmente favorecerlos con golosinas al cierre del mes en curso.

Existen dos teorías no confirmadas, del porqué este establecimiento
ostentaba ese particular nombre.
La primera refiere, a que fue el aposento originario del centinela o vigía que laboraba apoyando a los barcos en el primitivo faro de la ciudad. La otra es, que llevaba el nombre del devastado cerro donde estaba ubicado.

Cortesía de Daniel Hernández Luengo y su Libro "Veritas Historias Inéditas"

Mi agradecimiento a Deibis Castro de la cuenta @Macbo_vos por tan valioso presente.
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El Glorioso Maracaibo de ayer.
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