La Gripe Española en Maracaibo
Las calles desoladas de la ciudad de Maracaibo se mostraban como un pueblo fantasma; en la que sólo el viento aterrador de hacia sentir.
Se reportaron hasta 50 muertes por día a causa del flagelo de ese germen infeccioso que hizo estragos en las familias de Maracaibo.
Tal era el ambiente que se generó en la ciudad que se paralizó la industria. Los comercios y mercados lucieron desiertos; en las calles apenas si se veían individuos, los pocos que salían pasaban corriendo mudos, sombrios, con cara de espanto o de angustia con frascos con alcohol en las manos.
Para noviembre de 1918 por primera vez no hubo procesión de la Virgen de Chiquinquirá ya que habían enfermado, y quizás muerto un número importante de los cargadores del retablo.
A casi dos meses de su aparición, en diciembre de ese año, la epidemia comenzó a tener un descenso, y para antes de 1919 la ciudad empezó poco a poco a recuperar su acostumbrado aspecto.
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